Nadie diría que en la playa de Llafranc se monta una de las fiestas más estrambóticas y multitudinarias de la Costa Brava. Nadie lo diría porque esta pedanía de Palafrugell, a la que Rosa Gutiérrez lleva viniendo más de 15 veranos, es el típico destino familiar. Padres en la cincuentena que intentan independizarse de los hijos y parejas con niños. Mientras el sol arde, las familias se amontonan en la playa bajo una tupida capa de sombrillas, que no se pliegan hasta que el sol se enfría y las masas se trasladan al paseo marítimo y a las terrazas de los restaurantes, donde uno no espera más fiesta que la que puedan proporcionar dos gintónics de más durante la sobremesa.

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Pero los fines de semana en el restaurante del Hotel Llafranc se arma una buena. El alma de la fiesta es su director, Carles Bisbe, un histriónico, divertido y popular cincuentón que lleva un cuarto de siglo disfrazándose de Rambo para animar las juergas. Empezó cortando botellas de cava con el machete del guerrillero y ahora se sube en la barra con un taparrabos hecho con medio coco mientras riega de agua a los clientes que bailan entregados. A veces, a las cuatro de la madrugada, cuando se acaba la fiesta, se da un chapuzón en la playa para relajarse. A su edad, trasnochar le pasa factura. Son muchos años dando guerra. Las fotos que forran las paredes del restaurante dan cuenta de quién es. En ellas aparece con lo más variado de la farándula: Fernando Alonso, Duran Lleida y Julio Iglesias, entre otros.

De casta le viene a Rambo. Su tío ya animaba las noches de Llafranc en los 60. Aprendió flamenco en Andalucía y sorprendió con su arte a la mismísima Carmen Amaya, que lo bautizó como El Gitano de la Costa Brava. Su carisma catapultó el negocio familiar. Por el restaurante pasaban a verlo intelectuales de la gauche divine y celebridades como Lola Flores, Manolo Escobar, Sofia Loren y Dalí. En 1986 murió El Gitano y Carles Bisbe montó una espectacular carroza para las Festes de Primavera de Palafrugell en la que iba caracterizado como el personaje de Stallone. Ahí se ganó el mote. Desde hace unos años, las juergas del restaurante son solo el preludio de la gran farra que monta en la playa, que este verano dejará de ser familiar justo el 23 de agosto, cuando el Rambo de Llafranc salte al mar desde un helicóptero.

Playa de Llafranc, Palafrugell, Girona (cómo llegar)
Parking | Socorrista | Duchas | Chiringuito

  • 330 m de largo por 32 m de ancho.
  • Tipo: arena media.
  • Entorno: urbano.
  • Ocupación: alta.

Playa familiar catalogada con bandera azul. Accesible para personas discapacitadas. Con lavabos, alquiler de hamacas, sombrillas y kayaks. Ideal para niños.

Texto publicado el 11 de agosto de 2014 en la contraportada (pdf) y en la versión digital de El Periódico de Catalunya