Del unipolarismo de Estados Unidos al nuevo multipolarismo mundial: ¿orden o desorden?
Reseña del artículo “The unraveling. How to respond to a disordered world”, de Richard N. Haass.[1]
Las relaciones internacionales están cambiando. El sistema unipolar inaugurado tras el final de la guerra fría, en el que Estados Unidos se erigía como líder único e indiscutible, ha dado paso en apenas dos décadas a un mundo en el que el poder está más distribuido, es más multipolar y multicéntrico. La aparición de nuevos y poderosos actores no estatales, el ascenso de las potencias emergentes –en especial, de China–, los conflictos en Oriente Medio y la crisis económica de 2008 determinan decisivamente este nuevo escenario internacional.
La incertidumbre sobre el devenir del orden mundial del siglo XXI da lugar a interpretaciones de diversa índole. Optimistas, como los adscritos a la corriente cosmopolita neokantiana, ven un escenario más plural e interdependiente en el que la ausencia de una potencia hegemónica no tiene por qué derivar en una anarquía total. Los neoconservadores, en cambio, sostienen que solo la hegemonía estadounidense puede garantizar la estabilidad del orden internacional por su capacidad coercitiva y por la superioridad de sus valores e instituciones.[2]
Desde esta última perspectiva, el deterioro del (des)orden internacional es inexorable y conduce el mundo al caos. En el artículo “The unraveling. How to respond to a disordered world”, publicado recientemente en la revista Foreign Affairs,[3] el internacionalista estadounidense Richard N. Haass defiende el mismo agorero diagnóstico que los neoconservadores, pese a no adscribirse a esta corriente.[4]
“Unraveling”, la palabra que encabeza el título, da algunas pistas sobre la tesis del texto. “Unravel” se puede traducir como desenmarañar, desentrañar o desenredar, según las acepciones más usuales del diccionario,[5] sin embargo, en el contexto de este artículo adquiere un claro sentido negativo. Bajo el epígrafe “Las causas del problema”, Richard N. Haass da algunas claves interpretativas al responder a la pregunta “Just why things begun to unravel?” con una enumeración de las cuestiones que han estado socavando, de forma progresiva, el orden internacional. La idea de proceso descarta la traducción de “unravel” por “desmoronar”. Es demasiado drástica. Encajan mejor “deteriorar”, “degradar” o “deshilachar”, en el sentido de que el orden, que estaba bien tramado, se deshace poco a poco. Así, el título del artículo de Richard N. Haass en castellano podría ser “El deshilachamiento (si existiera),[6] la degradación o el deterioro. ¿Cómo responder a un mundo desordenado?”.
Richard N. Haass es presidente del Council on Foreign Relations (CFR) desde hace una década. El CFR es un influyente think tank de la política exterior estadounidense y, pese a que se define como una organización independiente y no partidista, su presidente ha estado siempre vinculado a gobiernos republicanos. Haass fue el principal asesor de Colin Powell –secretario de Estado de la Administración de George W. Bush– entre enero de 2001 y junio de 2003, y asistente especial de George H. W. Bush entre 1989 y 1993.[7] Vivió desde las dos administraciones republicanas la Guerra del Golfo, los atentados del 11-S en Nueva York y la Invasión de Irak de 2003, considerada ilegal por juristas e internacionalistas, como Luis Miguel Hinojosa Martínez.[8]
En el artículo, Haass analiza el declive de Estados Unidos como potencia hegemónica y su papel en un nuevo contexto de “desorden mundial” que, en su opinión, continuará deteriorándose. El deterioro avanza porque las fuerzas del desorden, entre las que destaca Oriente Medio, son más fuertes que las del orden. Y esto ocurre, según Haass, por tres motivos: la descentralización y distribución del poder en el sistema multipolar del siglo XXI, los errores de Estados Unidos (EEUU) en política exterior y la pérdida de respeto a su liderazgo político y económico.
El ex asesor del clan Bush considera que, por acción o por omisión, EEUU es en gran medida responsable de la inestabilidad en el sistema internacional. Es decir, que EEUU es parte del problema, pero, al mismo tiempo, es el único capaz de mitigar el inevitable avance hacia el apocalipsis. ¿El dilema? Elegir entre el orden norteamericano o el desorden absoluto, el multipolar. Para conseguir ese orden favorable, Haass propone una serie de recetas al final del artículo que se resumen en una: el aumento cuantitativo y, sobre todo, cualitativo del liderazgo de Estados Unidos en el mundo.
Las ideas del artículo están a caballo entre dos grandes corrientes de pensamiento de las Relaciones Internacionales: el realismo y el transnacionalismo; aunque, a mi juicio, encajan mejor con la primera corriente. Veamos algunos de los argumentos que avalan esta percepción:
- Su preocupación principal, de acuerdo con el realismo, es el interés nacional de EEUU. La lógica de Haass es la siguiente: la preponderancia de EEUU garantiza la estabilidad y la seguridad mundiales y “un mundo estable es bueno para EEUU”. El orden internacional no es un objetivo en si mismo, sino un instrumento. Además, su propuesta de mantener el gasto público en Defensa al tiempo que recomienda contención presupuestaria en otras partidas, demuestra una apuesta clara por la fortaleza militar norteamericana como vía para alcanzar sus objetivos.
- Es cierto, por otro lado, que Haass presta atención a cuestiones que el realismo tradicional ignora, como son la importancia de las relaciones y de los recursos económicos o del medioambiente en un sistema internacional cada vez más interdependiente.
- Del texto también se desprende una visión más estatalista que transnacionalista, típica del realismo. Para Haass, los únicos actores de las relaciones internacionales parecen ser los Estados. Poco o nada dice de las organizaciones internacionales, del papel de las oenegés o del peso que tienen las grandes transnacionales en el diseño de la política exterior de EEUU.
- El único actor diferente del Estado que se cita puntualmente en el artículo es la sociedad estadounidense, a la que, según Haass, hay que convencer de que “una política exterior activa puede y debe ser perseguida sin poner en peligro el bienestar doméstico”, pero no para garantizarlo. Es decir, que el bienestar de la ciudadanía no solo no es el objetivo de la política exterior del Estado, sino un límite a esta.
- En cuanto al papel del Ordenamiento Jurídico internacional en las relaciones internacionales, la visión de Haass encaja más con las aproximaciones transnacionalistas, que consideran el Derecho una herramienta útil. De hecho, Haass sostiene que el respeto al Derecho internacional actúa como fuerza del orden y critica que EEUU lo incumpla.
- Sin embargo, al defender el derecho –casi la obligación– de EEUU a dirigir el mundo, justifica un Derecho internacional al servicio de la potencia hegemónica, como ha ocurrido hasta ahora. ¿Se puede respetar y burlar simultáneamente al Ordenamiento Jurídico internacional? Haass solo menciona a la ONU una vez y no es precisamente para criticar la instrumentalización por parte de EEUU, pese a que ha sometido a las organizaciones internacionales de forma sistemática. Y cuando no lo ha logrado las ha ninguneado, abandonándolas, chantajeándolas –retirando las aportaciones a la UNESCO, por ejemplo–,[9] no ratificando tratados
–entre otros, la Corte Internacional de Justicia o la Convención de los Derechos del Niño–[10] o actuando al margen –del Consejo de Seguridad, por ejemplo, con la guerra de Irak de 2003–.[11]
Visto lo anterior, se puede afirmar que las ideas del artículo no entrarían en conflicto con las de un realista –moderado, modernizado o con influencias transnacionalistas, si se quiere–. Y más allá del texto, debe prestarse atención a los vínculos de su autor con gobiernos republicanos, generalmente conocidos por dirigir su política exterior de acuerdo con las directrices realistas.
De hecho, como asesor de Powell, Haass apoyó la invasión ilegal de Irak en 2003. Sin embargo, el presidente del CFR lleva años intentando desmarcarse de aquella decisión. En una entrevista de 2009 aseguraba que nunca creyó en la guerra y que si hubiera sabido que Bush seguía adelante a pesar de saber que las armas de destrucción masiva no existían, habría dimitido.[12] La afirmación implica una suerte de amnistía del presidente, una disculpa. “El presidente no lo sabía”, sugiere Haass. Y aunque en el texto tacha la guerra de “mistake” (error) y el argumento de las armas de destrucción masiva de “faulty” (defectuoso o imperfecto), no parece una crítica muy contundente para un conflicto que dejó más de un millón de muertos.[13]
Otros síntomas del realismo de Haass se perciben en detalles, como que el autor construya su texto sobre una idea de Hedley Bull, admirado por los realistas; que en la web del CFR ensalce la figura de Henry Kissinger;[14] o que Amitai Etzioni diga de él que “sus ideas deberían deleitar a los realistas”. [15] Pero más allá de la adecuación o no a las grandes corrientes de pensamiento de las Relaciones Internacionales, hay otras ideas de Haass en este artículo en las que conviene detenerse.
Respecto de la economía, llama la atención que se muestre tan sumamente optimista sobre la superación de la crisis global. “La crisis se ha superado, la economía global se ha estabilizado y se han tomado medidas para reducir la magnitud y la probabilidad de nuevas crisis”, afirma. Sin embargo, la UNCTAD, el Informe Ginebra , el FMI y la ONU advierten de que las causas que desembocaron en la crisis de 2008 no se han resuelto, avisan de la lentitud y la debilidad de la recuperación e, incluso, de los riesgos de caer en una tercera recesión.[16] [17] [18] [19]
No es menos sorprendente que Haass vea en México y Colombia los pilares de la estabilidad de Latinoamérica. Tras la guerra fría, América Latina se mantuvo completamente sumisa frente a la hegemonía de EEUU, pero al filo del cambio de siglo dio comienzo una nueva era de oposición de algunos países a algunas de sus políticas que no les ha traído malos resultados en términos de desarrollo económico y estabilidad. [20] Sin embargo, para el presidente del CFR, son los principales socios de EEUU –México y Colombia– los que actúan como fuerzas del orden, pese a Brasil, Venezuela y Cuba.
En general, el artículo destaca por el sesgo proestadounidense, por la perspectiva esencialmente realista del análisis, por el exceso de catastrofismo de Haass al vaticinar que un orden internacional no liderado –o mal gobernado– por EEUU nos conduce al desastre, y por identificar a todo aquel que se resiste a los designios norteamericanos con las fuerzas del desorden.
En ese sentido, y sin ánimo de disculpar a Vladímir Putin, es interesante recordar una de las reflexiones que hizo en el último Encuentro Internacional de Valdai: “¿Puede ser que la excepcionalidad de los Estados Unidos y la forma como ejerce su liderazgo sean realmente una bendición para todos nosotros, y que su intromisión en los asuntos de todo el mundo esté trayendo paz, prosperidad, progreso, crecimiento y democracia, y tal vez debamos relajarnos y disfrutar? Permítanme decir que no.”[21]
En definitiva, si bien el texto contiene múltiples aspectos discutibles, no es menos cierto que da claves interpretativas de gran interés para entender la transición del unipolarismo de EEUU al multipolarismo actual. La incertidumbre sobre lo que nos deparará un mundo en el que el poder está más distribuido obliga a repensar las relaciones internacionales. ¿Lo que se nos viene encima es tan malo que echaremos de menos el orden de la posguerra fría como asegura Richard N. Haass? ¿O seremos capaces de convivir en paz sin primacías de ningún tipo?
[1] Haass, Richard N. (2014): “The unraveling. How to respond to a disordered world”, en Foreign Afffairs, Vol. 93, nº 6, pp. 69-79.
[2] Sanahuja Perales, José Antonio (2008): “¿Un mundo unipolar, multipolar, o apolar? La naturaleza y la distribución del poder en la sociedad internacional contemporánea”. VV AA, Cursos de derecho internacional y relaciones internacionales de Vitoria-Gasteiz 2007. Bilbao, Universidad del País Vasco, pp. 303-307. http://www.ehu.es/cursosderechointernacionalvitoria/ponencias/pdf/2007/2007_10.pdf [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[3] Haass, Richard N. (2014): “The unraveling. How to respond to a disordered world”, en Foreign Afffairs, Vol. 93, nº 6, pp. 69-79.
[4] Sanahuja Perales, José Antonio (2008): “¿Un mundo unipolar, multipolar, o apolar? La naturaleza y la distribución del poder en la sociedad internacional contemporánea”. VV AA, Cursos de derecho internacional y relaciones internacionales de Vitoria-Gasteiz 2007. Bilbao, Universidad del País Vasco, pp. 303. http://www.ehu.es/cursosderechointernacionalvitoria/ponencias/pdf/2007/2007_10.pdf [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[5] Wordreference: http://www.wordreference.com/definition/unraveling [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[6] Aunque la palabra sirve de título para un artículo del escritor José Jiménez Lozano, ganador del Premio Cervantes en 2002. ABC (2005): http://www.abc.es/hemeroteca/historico-09-10-2005/abc/Opinion/el-deshilachamiento_611442306120.html [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[7] CFR: http://www.cfr.org/experts/afghanistan-iraq-middle-east-and-north-africa/richard-n-haass/b3350#bio [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[8] Hinojosa Martínez, Luis Miguel (2008): “Irak y Afganistán: una comparación desde el derecho internacional”, en Análisis del Real Instituto Elcano, nº 10.
[9] El Mundo (2011): http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/31/internacional/1320073971.html [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[10] BBC (2013): http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/11/131108_internacional_eeuu_tratado_ninos_ratificacion_tsb [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[11] Hinojosa Martínez, Luis Miguel (2008): “Irak y Afganistán: una comparación desde el derecho internacional”, en Análisis del Real Instituto Elcano, nº 10.
[12] NPR (2009): http://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=104088144
[13] Reuters (2008): http://www.reuters.com/article/2008/01/30/us-iraq-deaths-survey-idUSL3048857920080130
[14] CFR: http://www.cfr.org/united-states/henry-kissinger-looks-back-cold-war/p33741 [Última consulta: 14 de diciembre de 2014].
[15] The National Interest (2013): http://nationalinterest.org/commentary/the-realism-richard-haass-8534 [Última consulta: 18 de diciembre de 2014].
[16] El Universal (2014): http://www.eluniversal.com.mx/finanzas-cartera/2014/impreso/sin-resolver-causas-de-la-crisis-de-2008-unctad-113308.html [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[17] ONU (2013): http://www.un.org/es/development/desa/news/policy/wesp-2013-midyearupdate.html [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[18] La Información (2014): http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/el-informe-de-ginebra-alerta-una-tercera-crisis-podria-ser-inminente_4inWCmuQ0POmEOq6qe6zf2/ [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[19] ABC (2014): http://www.abc.es/economia/20140512/rc-lagarde-advierte-crisis-superado-201405121008.html [Última consulta: 17 de diciembre de 2014].
[20] Russell, Roberto y Tokatlian, Juan G. (2009): “Los retos de América Latina en un mundo en cambio”. En Revista CIDOB d’afers internacionals, nº 85-86.
[21] Kremlin (2014): http://eng.kremlin.ru/transcripts/23137
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